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SHANGO

                  

                 Como llego a ser Rey de Reyes

 

Shango era aquel joven, que de joven nadie lo quería, cuando crece Shango el descubre un método de adivinación que revoluciona todo, ese método o herramienta es el OPELE (o Ekuele), que es la cadena de adivinación. Shango se encuentra con un hombre llamado Òrúnmìlà, y este hombre le dice; ¿Por qué es que andas haciendo tantos errores?, Shango le dice, Yo no se. Òrúnmìlà le pregunta a Shango, ¿tu sabes quien tu eres?, Òrúnmìlà le dice, tu eres un descendiente directo de Baba Oduduwa. Tú tienes el camino al trono, pero tú no te lo has ganado. De aquí viene que los Reyes No Nacen, los Reyes se ponen. Òrúnmìlà le dice; "Yo te voy a cambiar este método de adivinación que tu usas, el Opele, y vas a decir que es mió, y a cambio, yo te voy a guiar por el camino que debes de seguir para llegar y convertirte en Rey." Shango accede, y le cambia su Opele. Shango le explico como trabajaba el Opele.

Shango fue el Cuarto Aláàfin de OYO. Aláàfin según la enseñanza que Baba Oduduwa nos ha transmitido verbalmente, significa el Heredero de los Secretos. Baba Oduduwa nos ha transmitido una Alabanza para Shango, "Mojuba Shango Aláàfin Olófin Aiye". Esta Alabanza o Mojuba, comprueba esta historia verdadera de Shango. La alabanza significa: "Alabanza a Shango el Aláàfin o Heredero de los Secretos de Olófin Aiyé" Olófin Aiye significa el Dueño de los secreto de este mundo y es un titulo para Baba Oduduwa, este es el titulo de Baba Oduduwa, como hijo de Olófin Òrun (Dios en su manifestación conciente en el Universo, que se manifestó o surgió de la esencia divina de Olódùmarè – La Energía Neutral Universal).  Òrúnmìlà le indica a Shango que realice EBO, y que realice la Ceremonia de ORI. Tú vas a andar por este camino, y te vas a encontrar con un hombre que se llama Òge, que es el Brujo, o Chaman. Shango sigue las instrucciones de Òrúnmìlà, y se encuentra con Òge en el camino. Cuando Shango se presenta con Òge, le dice que lo envió un hombre de la ciudad de IFA, que se llama Òrúnmìlà. Òge le dice que lo estaba esperando a el, Shango, esto porque Òge era Brujo y sabia. Òge le pregunta a Shango, ¿Tu quieres ser rey? Shango le dice que si. Òge le dice: "El primer secreto que te voy a enseñar es el de escupir candela o fuego por la boca"

Una cosa que debe de quedar claro, es que Shango No es el Dueño del Rayo, ni es dueño de la candela. El verdadero dueño del Rayo es el Orisha "Jàkúta" (pronunciado como Yakuta). La verdadera dueña de la candela es OYA.

 

Òge le dice a Shango que vaya una aldea especifica a probar los poderes que el le había enseñado. Shango va a ese lugar, y el presenta lo que aprendió de escupir Candela o Fuego, como una diversión para entretener a la gente. Shango se pasaba escupiendo candela por aquí y por allá. La gente empezó a comentar: "Este hombre, Shango, es muy Poderoso, hay que hacerlo Rey". Shango también traía consigo un Tambor. Un día el se pone a tocar el Tambor, a Escupir Candela y a cantar, esto hace que la gente se reúna alrededor de el. Un hombre le comenta al Rey de ese pueblo, que había alguien nuevo en esa ciudad que tocaba el tambor, escupía fuego, cantaba y mantenía a la gente contenta. El rey dijo que iba a averiguar quien era ese hombre. Llega el rey donde estaba Shango, y la gente estaba alrededor de Shango bailando al ritmo del tambor, entonces alguien por accidente tropieza con el rey, y esto hace que brinque la corona al aire, y por cuestión milagrosa, le cae la corona del rey sobre la cabeza de Shango. Todos los presentes se inclinan ante Shango, inclusive los guardias del rey se inclinaron ante Shango. El Rey se asombro y dijo, yo por esto acepto mi derrota, y le transfiero el poder y el reinado a Shango. Shango como conocía de la eficacia de los poderes del Brujo Òge, le dice a sus nuevos súbditos, que vayan a buscar por el. Shango trae a Òge a su castillo, y lo encadena, y le dice: "Ahora tu vas a ser i sirviente"  Por eso se dice en la tradición Afrocubana de Osha, que no hay Òge sin Shango y no hay Shango sin Òge. Òge es Apetebi Shango, o sea el sirviente y esclavo de Shango, que esta a sus servicios. Òge le dice a Shango, vamos a ser un pacto, un trato, "Tu me vas a tratar muy bien, tu me vas a tratar mejor que como te tratan tus propios discípulos" , Shango dijo que Si, "Yo vengo de un lugar humilde, yo se lo que es ser humilde, yo te voy a tratar a ti mejor que un rey"  Òge le dijo a Shango que a cambio de esto, el va a ser el catador de Shango, cada cosas que te traigan de ofrenda para comer, yo Òge, la voy a probar primero. Òge le dice: "El Rey que tu destronaste no esta conforme, el quiere destronarte a como sea, y hasta puede intentar envenenarte". Desde allí, cada cosa que iba a comer Shango, Òge la cataba o la probaba primero. El Rey destronado dice para si, a este Shango solo podré quitarlo del trono con el uso de la fuerza y el uso de hombres armados. El rey destronado reunió un ejército de hombres pagados. El Brujo Òge le dice a Shango: "usted sabe que el ex rey esta planeando derrocarlo" Shango le dice que no sabia. Òge le dijo, usted debe quemar ramas de mamey, y otras cosas a la entrada del castillo. Shango le pregunta y eso para que es, y Òge le dice ten confianza y haz lo que te digo. Shango siguió el consejo de Òge y envió a sus soldados a conseguir lo necesario y a quemarlo. Al llegar el ejército del ex rey al frente del castillo, comienzan a ver Fantasmas, que era el efecto mágico de lo que le indico Òge que hicieran. Los soldados mercenarios se dicen entre si, "este Shango es muy poderoso, mejor veámonos de aquí". De aquí en adelante Shango fue nombrado rey de reyes, porque nadie pudo derrocarlo.  Shango es el Rey de Oyó, Aláàfin Olófin Aiye.

 

 

                                    SHANGO Y OGGUN

 

El tiempo pasaba, pero Changgó no se olvidaba de lo que Ogun un día se vistió de guerrero y montado en un caballo se fue a las posesiones de Ogun; este estaba trabajando y era marido de Oya.

Changgó sabía todo eso y pasó por casa de Oya: esta al verlo se quedó enamorada de él.

Changgó correspondió a las palabras amorosas de Oya y se la llevó (el interes de Changgó era vengarse de la felenía de Oggun), y como Oggún bebía mucho y era muy revolucionario no le fue dificil a Chango hacer que Oya se fuera con él,.Changó se la llevó a casa de Dadá ( esta tenía a Chango como si fuera su hijo, y Chango a ella como si fuera su madre), después de Obatalá ella era la única a quien el obedecía.

Al saber Oggun que Chango se había llevado a Oya, le hizo la guerra, perdiendo la guerra Chango.

De este resultado Oya no quedó conforme.

Así pasaron los dias. Nunca Dadá había andado en las cosas de Chango.

Pero un día Oya, (que había visto que Chango, todos los días antes de irse por la mañana al levantarse iba a donde estaba el guirito introduciendo un dedo dentro y se hacía una cruz en la lengua al salir, para llamar a Dadá le salía candela por la boca; ella hizo lo mismo que Chango, pero cuando salió para llamar a Dadá le salió candela por la boca asustándose ella y salió corriendo, y se enterró en una palma, Dadá llamó a Oya y no la encontró.

Al ver el guirito de Chango, notó que éste estaba diferente entonces movida por la curiosidad se acerca al guirito metiendo un dedo, hace lo mismo que Oya y cuando fue a llamar, también le salió la llama de candela por la boca, entonces corre y se entierra junto a Oya.

Cuando Chango regresa a su casa y llama a Oya y Dadá y estas no aparecen se dirije al guirito y ve que no estaba como él lo había dejado; entonces va a la palma donde el se metia y allí encuentra a las dos regañándolas.

Oya no le hace caso y le dice: tu lo que tienes es que hacer declararle la guerra a Oggun, pero hacerle una guerra diferente a la anterior.

Oggun se había preparado mejor para esta guerra y ya Chango la tenía perdida: cuando Oya salió tambien a tomar parte en ella. Entonces Chango por una parte con los truenos, los rayos y los relámpagos y Oya con las centellas, le ganaron la guerra a Oggun, obligándolo a irse para dentro del monte, donde Chango un dia lo encontró vestido de colorado y se asustó.

Le quitó la ropa y se la puso él y vistió a Oggun de maribuo (guana.).

Por esta razón hasta hoy en día se puede decir. Que donde quiera que haya un caballo de Oggun y uno de Chango es seguro que en ese cabildo habrá una tragedia entre esos dos Santos.

 

         

           POR QUE SHANGO ES EL DUEÑO DEL FUEGO

 

 

Yemmu, la esposa de Obatala, estaba de viaje cuando se enteró de la enfermedad de Olofin (Pataki : por qué en las ceremonias se honra a Eleggua el primero) y decidió volver a intentar ayudarle. Se encontraba lejos de casa y se quedó sin dinero pero conocía el camino de vuelta y su único obstáculo era cruzar un río, así que emprendió el regreso. Ella sabía que el orisha Aggayu era el encargado de hacer pasar las personas al otro lado del río y creía que no tendría inconveniente en dejarla cruzar sin pagar el precio estipulado. Cuando Yemmu llegó al trasbordador, le explicó al orisha Aggayu que no tenía dinero y le pidió que la dejara pasar gratis. Cual no sería su sorpresa al ver que Aggayu se negó rotundamente y le exigió el pago correspondiente. Ante esta situación, Yemmu desesperada, le propuso a Aggayu acostarse con él, como pago para poder cruzar el río. Aggayu dudó un poco, sobre todo pensando en Obatala, el esposo de Yemmu, pero como hacía mucho tiempo que no estaba con una mujer y ella era muy hermosa, accedió a su propuesta. Cuando Yemmu regresó a su casa, se enteró de que Eleggua había curado a Olofin y todo volvió a la normalidad. Varios meses después, Yemmu se dio cuenta de que estaba embarazada y como hacía mucho tiempo que no se acostaba con su esposo ya que éste estaba muy ocupado en resolver los problemas de la humanidad, tuvo la certeza de que el padre de su hijo era Aggayu. Obatala se percató de que su esposa había cambiado y que estaba triste por lo que le preguntó qué le pasaba. Yemmu, entre sollozos, le confesó lo ocurrido y Obatala a pesar de su aflicción, demostró su buen corazón y la perdonó prometiendo cuidar del niño que esperaba como se fuera su propio hijo. Yemmu dio a luz a un niño al que llamó Shango que con el tiempo se convirtió en el favorito de Obatala. Un día, el secreto de Yemmu se descubrió y Shango se enteró de que Obatala no era su verdadero padre. El niño le preguntó a su padre quien se lo confirmó, pero se negó a revelarle quien era su progenitor. Shango se sentía humillado y pensaba que quizás su padre biológico era un indeseable pero aún así necesitaba saber quien era realmente para poder mirar a los demás con la cabeza alta, a pesar de que Obatala se esforzaba por tratarlo como si fuera su propio hijo. Shango comenzó a obsesionarse y un día su madre no pudo resistir más y le confesó la verdad. Shango se alegró mucho con la noticia ya que Aggayu era el poderoso orisha de los volcanes y a pesar de que Yemmu trató de disuadirlo, Shango decidió salir a buscarlo para comunicarle que era su hijo. Shango empezó a buscarlo con determinación pero había pasado mucho tiempo y Aggayu ya no estaba en el trasbordador y nadie sabía donde se encontraba. Después de varios meses, un día de pronto, Shango vio un volcán y supo que su padre estaba allí. Se acercó y vio a un hombre fundiendo piedras. Aggayu miró al joven y le resultó vagamente familiar. Shango se dirigió a él y le preguntó si era el orisha Aggayu, a lo que éste le respondió afirmativamente. A pesar de que estaba intimidado por la presencia del orisha, Shango le dijo: “soy tu hijo, Shango, y mi madre es Yemmu, la esposa de Obatala”. Aggayu recordó su encuentro amoroso con Yemmu y se dio cuenta de que Shango le recordaba a su madre. Estaba orgulloso de tener un hijo tan atractivo y fuerte pero al mismo tiempo pensó que si admitía ser su padre, debería hacer frente a la traición a Obatala, que era el jefe de todos los orishas y eso podría traerle graves problemas. Aggayu era valiente pero no deseaba enfrentarse a los demás orishas por lo que decidió negar su paternidad y despacho a Shango diciéndole que él no era su padre. Shango, humillado y lleno de ira por el insulto a su madre, se enfrentó a Aggayu y éste le lanzó con su boca un chorro de lava candente que lo envió al cielo. Olofin, viendo lo que había ocurrido, se acercó a Shango, lo levantó del suelo y le dio su bendición, pidiendo que le trajeran ropa para vestirlo ya que sus vestiduras se habían quemado con la lava que le lanzó Aggayu. Olofin entendió por qué Shango no había muerto entre las llamas, ya que había heredado la inmunidad al fuego de su padre Aggayu y decidió recompensarlo por todos los obstáculos y problemas que había encontrado en su vida. Olofin estableció que a partir de ese momento, Shango sería el dueño del fuego, del trueno y de los relámpagos. Shango no quería regresar junto a su madre para evitarle la humillación de saber que Aggayu no lo reconocía como hijo. Entonces Olofin lo envió junto a Yemaya, la orisha de los mares, que solicitaba tener un hijo desde hacía mucho tiempo. Así, Shango volvió junto a Yemaya quien se ocupó de él, cuidándolo como a su propio hijo. Un día, Shango volvió a tierra firme y se encontró al gigante Aggayu esperándolo en la playa, quien se acercó a él para pedirle perdón. Shangó se abrazó a su padre y desde ese día ambos van siempre juntos. Por eso en la santería, cuando una persona recibe a Shangó, también debe recibir los secretos de Aggayu y solo puede recibirse Aggayu a través de su hijo Shango. 

 

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